CATRINA
Al entrar, ella me dijo:
-Ven,
y me señaló con sus dedos de huesos.
Ella sabe todos los nombres.
Abrió su palma
de muerte ataviada
y con su dedo mayor
recordó toda mi existencia.
Niña, enamórate,
vive,
pero recuerda siempre:
te espero al final del camino.
***
Al entrar, ella me dijo:
-Ven,
y me señaló con sus dedos de huesos.
Ella sabe todos los nombres.
Abrió su palma
de muerte ataviada
y con su dedo mayor
recordó toda mi existencia.
Niña, enamórate,
vive,
pero recuerda siempre:
te espero al final del camino.
***
Nada me nombra,
todo me transforma.
Un silencio es un cerco
y un maleficio
que curva el horizonte.
Si la noche no aparece,
¿Cómo recordar tu sombra de pájaro?
¿dónde despabilo el cielo?
Un silencio es un cerco
y un maleficio
que curva el horizonte.
Si la noche no aparece,
¿Cómo recordar tu sombra de pájaro?
¿dónde despabilo el cielo?
***
EL TORMENTO DE CUAUHTÉMOC
(mural de David Siqueiros)
Cuauhtémoc tiene los pies
de incendio y la boca muerta.
No confunde espejos negros
con regresos de deidades.
Su dolor es mudo:
reconoce al saqueador y calla.
La Malinche interpreta
y se rasgaría la lengua
con espinas de maguey.
***
ENFERMEDAD
Las palabras pierden consistencia
y el dolor es sólo una metáfora
confusa.
Me preocupa que el termómetro que mide
la distancia ideal entre dos cuerpos
se haya roto esta mañana.
Voy curando la enfermedad
que repite tu nombre.
Ya no duele el silencio.
Ya no lloran las noches.
Ya no se emborrachan los poemas.
No pude encontrar
el gen que provoca el mal
dentro de mi cuerpo.
Así te expulsaría para siempre
y sin secuelas.
c) Mariana Vacs
EL TORMENTO DE CUAUHTÉMOC
(mural de David Siqueiros)
Cuauhtémoc tiene los pies
de incendio y la boca muerta.
No confunde espejos negros
con regresos de deidades.
Su dolor es mudo:
reconoce al saqueador y calla.
La Malinche interpreta
y se rasgaría la lengua
con espinas de maguey.
***
ENFERMEDAD
Las palabras pierden consistencia
y el dolor es sólo una metáfora
confusa.
Me preocupa que el termómetro que mide
la distancia ideal entre dos cuerpos
se haya roto esta mañana.
Voy curando la enfermedad
que repite tu nombre.
Ya no duele el silencio.
Ya no lloran las noches.
Ya no se emborrachan los poemas.
No pude encontrar
el gen que provoca el mal
dentro de mi cuerpo.
Así te expulsaría para siempre
y sin secuelas.
c) Mariana Vacs
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